Un punto de gran importancia para evitar lesiones al correr es tener una buena técnica. La estabilidad y la eficiencia mecánica son fundamentales para poder desarrollar un buen rendimiento y un gesto motriz fluido y con una adecuada distribución de fuerzas.
A la hora de correr, debemos acostumbrarnos a que de un modo u otro encontraremos inestabilidades e impurezas en el terreno, lo que influye en el rendimiento de la carrera. No obstante, muchos problemas se deben a vicios de postura y microimpactos en la región lumbar. En este sentido, es de gran importancia mejorar nuestra técnica para tener una mejor estabilidad de la espalda al correr.
La estabilidad: esencial para evitar lesiones al correr
En nuestro cuerpo hay una serie de músculos que llamamos estabilizadores del tronco. Entre ellos, está el oblicuo externo del abdomen, el cuadrado lumbar, los glúteos máximo y medio, el músculo recto abdominal y el músculo recto femoral.
Estos músculos permiten mantener la postura adecuada a la hora de correr. Gracias a ellos, se pueden realizar los movimientos propios de un entrenamiento de manera correcta. Su función es sostener el cuerpo cuando estamos haciendo un ejercicio físico, de manera que sobre ellos descansa parte del peso cuando estamos efectuando un movimiento.
Como apuntábamos, a la hora de correr nos podemos encontrar con inestabilidades en el terreno, pero también con vibraciones y errores posturales que provocan que descanse más peso de lo normal en un área de nuestro abdomen, generando inestabilidad del tronco. Esto a la larga puede redundar en una sobrecarga de esos músculos.
¿Cómo ganar estabilidad al correr?
Parte de este problema se podría reducir con la ayuda de una plantilla que nos ayude a tener una pisada más limpia a la hora de correr. La plantilla Biontech no sólo protege tu pie de posibles lesiones, sino que también reduce la presión de las rodillas al correr y del área de los estabilizadores del tronco.
No obstante, también es muy importante que trabajemos el área del abdomen para poder tener un buen rendimiento. Existen ejercicios especialmente pensados para entrenar los estabilizadores del tronco. Por ejemplo, levantar el brazo izquierdo extendido por encima de la cabeza, al mismo tiempo que estiramos la pierna derecha hacia atrás. Y luego hacerlo lo mismo por el otro lado.
Acostumbrarnos a correr con la espalda recta, sin agachar la cabeza, o dejar de llevar el peso de nuestro esfuerzo al lado izquierdo o derecho, es de gran importancia para que puedas correr mejor.